Durante la primera parte del taller hubo clase
teórica a cargo de Silvia Pescio y en ella se habló de la composición de la
imagen cinética y el resto de la clase se trabajó con el esquicio de la ameba referido
al espacio en relación al texto que dio inicio al ejercicio.
Los componentes de una construcción en movimiento
tienen características particulares de espacio y tiempo siendo estos artificios
creados, en función de una idea/argumento, por el autor.
Con respecto al tiempo en una composición cinética,
lo constituye la sucesión de cuadros concatenados que proponen una temporalidad
particular, no real. La continuidad de escenas según un eje conceptual
construyen un tiempo específico para esa totalidad y no otra. Podemos
remitirnos a infinitos ejemplos donde su manejo es funcional a la idea y no a
la realidad percibida, por ejemplo, en su ordenamiento: si bien acordamos que
existe una introducción-nudo-desenlace en todo relato, podemos verlo alterado
en pos de un argumento con la intención de contar algo en particular, hacer un
hincapié o generar un ritmo propio según lo que se necesita decir.
En cuanto al espacio, el real se ve modificado
cuando queda acotado por el encuadre de la cámara, entra en un código cinético
y ya no es espacio real. Se puede comparar con el espacio gráfico bidimensional
que tiene reglas propias en función de lo comunicacional y/o lo expresivo.
Para el caso de nuestro ejercicio, la espacialidad
deberá entenderse como una estructura que a partir de elementos formales no
anecdóticos o literales, plantean proporciones, tensiones y recorridos en una
pseudo espacialidad, donde habrá uno de ellos que refiera a la escala humana y
planteé en relación a los demás, un punto de referencia en relación a la
idea/argumento. Volviendo a la comparación con la composición gráfica, esta
sucesión en movimiento deberá valerse de la unidad y la tensión, el color y la
línea – atributos formales-, para representar un concepto en el tiempo. El
producto final será una totalidad compuesta ya que habrá una serie de cuadros
que la conforman y no uno solo.
El paso siguiente será la preparación de una
maqueta que le dé cuerpo a este espacio emergente de la idea/argumento y así
poder capturarlo en sucesivos encuadres que armen el relato final, su
escenografía, entendiendo ésta no como un decorado sino como la materialización
de lo verbal (la historia inicial).
Para el proceso, deberemos pensar en esto: hasta
ahora el boceto de cualquier trabajo era un antecedente del resultado final,
porque siempre trabajamos en papel. Pero en este caso pasaremos primero, del
texto (la historia inicial) al papel (croquis, bocetos), y de éste a la
tridimensión (maqueta). Por eso es muy importante profundizar esta etapa con
una buena producción de croquis aproximatorios que nos ayuden a imaginar con la
mayor precisión posible este espacio que vamos a representar.
Para la clase próxima: traer materiales para
confeccionar la maqueta,
- Cubo hecho con varillas, de 40x40x40 cm.
- Papeles, cartones, telas blancas.
- Materiales para cortar y pegar
- Tanza
- Cámara de fotos
- Otros materiales que puedan ser útiles (filminas, celofán de color, cuerdas,
etc.)
También traer: la ameba realizada la clase anterior
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