Pre-entrega
de la primera etapa del ejercicio.
A
partir de esta clase, podemos decir que arrancó en los talleres la animación
del corto. Casi la totalidad de los grupos trajo la maquetización definida
previamente en el story board. Esto significó un trabajo de ajuste del espacio
escénico. A través de las tomas de cámara se revió escala, planos, iluminación,
composición... En cuanto a los personajes - muy avanzados en cuanto a su
diseño-, el trabajo se enfocó más que nada a las
pruebas de escala y la fijación de posturas y movimientos del objeto
propiamente dicho para su posterior animación.
Tanto el trabajo de maquetización como el de
desarrollo de personajes mostró muy buen nivel: correctísimo vínculo entre una
y otros, caracterizaciones logradas, diferenciación, originalidad y precisión
en la elección y evolución de los mismos.
Durante la clase, la tarea quizás más relevante y
que engloba a los elementos arriba mencionados, fue la de "diseño de
producción", terminología con la que definimos a la decisión o partido que
toma el diseñador cuando traduce el guión al lenguaje visual, teniendo en
cuenta que no alcanza con encontrar un signo que solo represente visualmente
acciones o personajes sino que deben estar dotados de carácter propio. Cierta
estética buscada por el diseñador, una suerte de rasgo expresivo para que la
suma de partes intervinientes constituyan esa unidad formal cinética que
llegará al observador y su imaginario.
Luego
de ocuparse de estas cuestiones, las comisiones tuvieron una charla técnica
brindada por Sergio Favier, diseñador de Imagen y Sonido, acerca del manejo del
Stop Motion y sus principales aspectos, donde ejemplificó detalladamente los
pasos a seguir para el armado del corto de animación final.
Próxima
clase:
Storyboard
fotográfico con inclusión de los cuadros de créditos.
Aquellos grupos que estén más avanzados, pueden empezar la animación de algunos
tramos del relato visual.