La clase
tuvo como actividad inicial el registro hiperrealista del rostro; es decir, un
dibujo con grafito frente al espejo que respetara lo más posible lo reflejado.
Las luces y sombras fueron el recurso principal, en vez de la línea o el color;
tampoco se hizo uso de la memoria (como en el primer esquicio) o la volumetría
(como en modelado con arcilla). La intención fue generar una nueva manera de
ver lo mismo, o sea el propio rostro. Esto enriquece y profundiza el análisis,a
la vez que optimiza el hallazgo de resultados.
La segunda
instancia del taller, fue realizar un cuestionario de manera verbal para la
recopilación de “datos” (así llamamos a todo elemento elegido para utilizar en
la síntesis final) representativos del rostro teniendo en cuenta tanto los “visibles”
como “no visibles” ya que cualquier cara está afectada por las emociones y el
carácter de quien la porta. Estas metodologías trabajan lo visual desde lo
verbal mediante el planteo de soluciones expresadas sin plasmar imágenes, con
el propósito de activar el proceso creativo.
Sobre el
cierre de la clase surgieron los primeros partidos gráficos de síntesis,
incluyendo la tridimensión con distintos materiales.
Próxima
clase:
- Traer
primeras propuestas encaminadas y material para continuar trabajando en taller.
Opcional: trabajos en 3D;
- Teórica.
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